Desarrollando el Carácter de Líder 1: Cómo se Forja
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XIX. El carácter de un Líder
- Una cuestión de carácter
- Habilidad Vs Carácter :
En la primera parte vimos como iniciar y propiciar cambios en tu entorno, traducir ideas abstractas en hechos concretos, tomar control de actividades y recursos materiales para producir un bien o servicio e influenciar sobre la gente. Has aprendido cómo usar eficazmente tu poder interno, multiplicando así tu capacidad para producir cambios y afectar tu entorno. Pero es la madurez y carácter que adquieras lo que determinarán cómo usas ese poder: para bien o para mal, de una manera sabia o de una manera estúpida. De hecho, el principal problema que tenemos como jóvenes no es la falta de capacidad o talento sino de madurez y carácter. - Madurez (Pr.1:20-33; 8:12-36; 1Co.2:6-8; 1:19-25):
Sabiduría, conocimiento, criterio o patrones de pensamiento que te permiten entender correctamente la realidad (la función, el lugar, el tiempo y la forma para cada cosa), y las normas para encajar de forma armoniosa dentro de ella, producir un desarrollo ordenado y sacarle el mejor provecho a cada uno se sus componentes. Se obtiene a través de la Biblia, el conocimiento y experiencia de otros, y a través del “sentido común” (que de los 6 sentidos, es el menos común), o a través de tus propios errores. ¿Para qué sirve la madurez? Te sirve para que puedas disfrutar y sacar el máximo provecho a la vida, para que vivas sin las consecuencias negativas de malas decisiones (Pr.1.22-33), para que puedas maximizar tu potencial y para que vivas en armonía con tu Creador y el resto de la creación. - Inmadurez -insensatez, necedad o estupidez (Pr.9:13-18):
siempre ocasiona daño emocional, mental y físico, daña a tu entorno, ocasiona problemas y conflictos en vano, mata el potencial y produce vidas miserables y vacías, y toda clase de consecuencias negativas. La estupidez de una persona se manifiesta en su creencia de que puede hacer lo que le plazca y le de su regalada gana sin que nada negativo resulte de eso . No por nada, el sabio Salomón solía explicar acertadamente que el temor está inmiscuido en el proceso de adquisición de la sabiduría (Pr.1:7). ¿Por qué el temor? Porque las personas que le temen a las repercusiones negativas siempre evitan las malas decisiones. Nuestra cultura enseña lo contrario: que ser tu mismo es la expresión espontánea de la libre personalidad, la eliminación de cualquier restricción o barrera que obstaculiza nuestro ‘yo’; vive la vida loca sin pensar en las repercusiones. - Carácter
Es la madurez de la personalidad, su correcta expresión, la sabia canalización del yo. Es el dominio del temperamento, personalidad, emociones, pensamientos y deseos para reaccionar de forma apropiada ante las circunstancias que te rodean, y tomar las decisiones correctas en la vida. Esto muchas veces implica refrenar pensamientos, sentimientos, palabras, o deseos; pero también implica el incitarlos y fomentarlos en el tiempo, lugar y manera adecuada. El carácter es lo que te permite responder amablemente, controlar la ira y el temor, es lo que te lleva a postergar el deseo o la recompensa con miras de algo mejor; a callar cuando no es tiempo de hablar; a enojarte y discutir cuando es el tiempo y el lugar propicio; a refrenar el deseo de hacer algo cuando prevés las posibles repercusiones negativas; es lo que te lleva a tomar la decisión correcta a pesar de la presión o el rechazo de los demás; lo que te mantiene fiel sin importar las circunstancias; lo que hace que des lo mejor de ti, tengas o no tengas ganas, etc. El carácter es el producto de la sabiduría encarnada en tu persona, y se manifiesta en virtudes como los frutos del Espíritu. El carácter en su plenitud solo puede ser desarrollado con el Espíritu de Dios (Ro.8:5-9,14) - Actitud
Los patrones de pensamiento (paradigmas, creencias, ideologías) que determinan cómo enfrentas y reaccionas ante las circunstancias que la vida te presenta. Detrás de cada actitud negativa, hay un patrón de pensamiento incorrecto que la sustenta por lo que, si queremos cambiar la actitud, tenemos que cambiar el patrón de pensamiento que la sostiene. Esto implica un proceso de madurez, renovación y administración de la mente. - La importancia del Carácter (2Ti.2:21; 1Ti.3:6)
Sin el no puedes establecer el reino ni fungir como su representante. Casi todos los problemas de liderazgo son por la falta de carácter. El carácter es esencial para que sepas lidiar correctamente con el poder, pues el poder en una persona sin carácter se corrompe. El poder en sus manos saca a relucir la corrupción que hay en sus corazones. Y creo que todos hemos sufridos los malos frutos de los líderes faltos de carácter: robos, trafico de influencia, corrupción, abusos de poder, nepotismo, injusticias, opresión, intimidación, manipulación, etc. Reputación es lo que eres y haces cuando la gente te ve. Carácter, es lo que eres y haces cuando nadie te ve. Puedes gozar de buena reputación y tener cero carácter, pero al final de cuentas la confianza que se obtiene con la reputación, si no está respaldada por el carácter, tarde o temprano se viene abajo, y con ella, el liderazgo. La falta de carácter de un líder no sólo se manifiesta en su inhabilidad para autoimponerse restricciones para no hacer lo que no conviene con el poder o la habilidad que se tiene, la falta de carácter también se manifiesta en su ineptitud para actuar o reaccionar como conviene - Cómo se desarrolla el carácter
Por medio de la obtención de sabiduría (Os.4:6; Ro.12:2; Pr.8:10-12) y la práctica (He.5:8,14). En otras palabras: por medio de las pruebas y adversidad ya que estas sacan a relucir la falta de conocimiento y/o de práctica que tenemos y nos generan la necesidad de obtenerlos. Por eso el carácter de los líderes se forma principalmente en medio de la tribulación y la adversidad. Son esas situaciones difíciles de nuestra vida en las cuales nos vemos metidos y que no podemos cambiar , las que sirven para pulir nuestro carácter y hacernos madurar. Situaciones como: “mi matrimonio no esta funcionando”; “no me alcanza el dinero”; “siento envidia”; “no soy feliz”; “necesito de este puesto para sentirme valioso”; “no me dejan hacer lo que quiero”; “mi esposa es insoportable”; “mi marido es un egoista desconsiderado”; “estoy siendo tentado a no pagar mis impuestos”; “me sigo levantando tarde para trabajar”, etc. La sabiduría de Dios vence al mundo (Jn.16:33, 1Jn.5:4; Ro.8:28; Mt.7:24-25) y produce los frutos del Espíritu (Stg.3:13,17,18). La sabiduría del mundo es victima de las circunstancias (2Co.7:10; Stg.4:1-4; Mt.7:26-27) y produce las obras de la carne (Stg.3:14-16).
- Habilidad Vs Carácter :
- Circunstancias Adversas
- Sometimiento a la Autoridad
- Resistiendo a la oposición
- Fracasos
- Desánimo del Equipo